Se cumple un sueño y una de las mejores jugadoras de la última década engrosa la plantilla del club grancanario.

La camiseta con el número 10 del SPAR Gran Canaria entra el lunes en el taller de impresión del club amarillo para serigrafiar el nombre de Iris Junio Mbulito.

Y es que seis años después regresa a casa la joven jugadora (Las Palmas de Gran Canaria, 26 de marzo de 1999) que brilló en la cantera, deslumbró con las selecciones inferiores de España, y debutó en la élite con un juego de muchos quilates.

Iris Junio ha decidido volver a su país, a su tierra, y lo hará para darle nuevas opciones al proyecto número 44 del CBIC SPAR Gran Canaria desde la posición de directora de juego.

Iris Junio, surgida de la factoría del Rodríguez Monroy, igual que su madre, Puri Mbulito, apareció en escena en el año 2013. Con 14 años fue campeona de Europa U16 en Bulgaria, destacando entre jugadoras de dos generaciones anteriores. Unos meses antes ganó con el CBIC SPAR Gran Canaria los campeonatos de España Infantil y Cadete, acaparando premios individuales.

En el verano del 2014 hizo doble con las selecciones de España U16 y U17, consiguiendo el bronce en el Europeo de Debrecen y la plata del Mundial de Klatovy. Cuando su generación, la del año 99, todavía no había debutado en competición oficial FIBA, Iris tenía ya tres medallas internacionales en su palmarés.

Llegó el turno de la Liga Femenina, convirtiéndose en la jugadora más joven en debutar, pero dos lesiones de rodilla frenaron la meteórica trayectoria de la jugadora grancanaria.

Con esfuerzo y mucho trabajo, Iris Junio consiguió recuperarse y fue la clave de otra medalla de oro del baloncesto de formación. El del Europeo U20 de Sopron 2018, donde consiguió también el premio de MVP. Un equipo dirigido por Miguel Méndez con jugadoras como Paula Ginzo, Irati Etxarri o Aina Ayuso.

Iris Junio probó la aventura americana y se fue a la NCAA, a Arizona State. Allí, después de tres años, 81 partidos y muchos problemas con el hombro desembocaron en una decisión que ella superó para volver a jugar con la Universidad de Long Island. Y su isla de Gran Canaria espera el regreso de una deportista que tiene mucho recorrido por delante. Y sin presión ninguna.