El cuarto día del campus empezó con el calentamiento con balón donde siempre, independientemente del ejercicio que se realizase, había que estar botando alrededor del cuerpo, por lo que se trabajó además, del trabajo puesta en funcionamiento, articular y de flexibilidad, el de coordinación óculo-manual.

A continuación se pasó al trabajo por parejas, donde se continuó con preparación física combinada con técnica individual de bote o dominio de balón, y la velocidad de reacción y de ejecución de los movimientos.

Luego se pasó a grupos de cuatro para hacer un trabajo exhaustivo de bote de balón, que a medida que avanzaban los ejercicios se iban complicando y la habilidad primaba por encima de todos los demás objetivos. Se empezó con un balón: bote de velocidad y de protección, para luego trabajar con dos balones, bien con bote simultáneo como alternativo, llegando alguno de los participantes a realizar ejercicios muy complejos con cambios de mano y de balones por la espalda o, entre las piernas de forma simultánea o alternativa.

Después del merecido descanso, se hizo un circuito de fintas de tiro o salida (haciendo mucho hincapié en no cometer pasos) con distintas finalizaciones de entradas a canasta. Para luego, intentar saber cómo utilizar las fintas en el juego de uno contra uno.

El siguiente trabajo de técnica individual que se realizó fue el de la iniciación o mejora del tiro en suspensión, después de varios ejercicios muy divertidos, algunos ya lograban realmente suspenderse en el aire y luego lanzar.

La última parte de la jornada estuvo dedicada al juego de 3 contra tres o cuatro contra cuatro: primero sin bote (juego de espacios), segundo sólo utilizando, tanto en el bote como en el tiro, la mano mala y por último, sólo valína las canastas en alley-hoops, donde los participantes usaron su imaginación para conseguir canastas de muy bella factura.

Con la ayuda de Aída y Ana se hicieron ejercicios de recuperación y vuelta a la calma con la ilusión de empezar un nuevo día en el campus.